Morir al resentimiento es una herramienta muy importante en nuestra vida espiritual no es fácil, pero tenemos que hacerlo, para sanar nuestras relaciones y mostrar al mundo que el morir a las peores cosas es posible.
No podemos dejar de perdonar y dejar de ser compasivos con los demás por que estaremos fallando en nuestra comisión de ser luz y esperanza para los que no han entregado su vida a Cristo.
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